jueves, 24 de marzo de 2011

UNA RUTINA ANONIMA

Cuando menos te lo espera, te aparece por tu correo un amigo de esos que uno tiene anónimo, bueno mejor es decir la verdad, un buen amigo que te pasas una temporada sin saber de el y de repente, te llama por teléfono y te manda este fantástico regalo.
Yo soy un enamorado del Chop, ya que me encanta y sobre todo considero que es un juego tremendamente MÁGICO.
Me dijo que no diga quien es pero la verdad es que tiene unas cargas maravillosa.
¿Que os parece? me gustaría que me hicieras un comentario, sobre que te parece la rutina, bueno mejor los pases, pero hay que reconocer que hay unas cargas fantásticas.
Además el CUBILETE ES UNA MARAVILLA.
Espero tu opinión.
Un saludo
Juan

2 comentarios:

  1. Pues comentemos esos pases, como nos invita Juan a hacerlo. Es una rutina muy buena y muy estudiada, así como un gran ejecutante.

    La posición que tiene al comienzo el cubilete me parece genial, es muy psicológica. Lo has visto vacío sin haberlo visto. Claro, que necesita que el público esté enfrente y hay que ensayar para dejar el cubilete en el ángulo adecuado.

    Me parece muy bien que cada dos por tres, cuando se puede, se muestren con claridad las manos vacías, porque da la idea de que el mago "tenía las manos vacías", ya que el público "hace la foto" de las manos vacías en cada una de esas ocasiones. Aunque también tiene el lado negativo de que en las ocasiones en que la mano está semicerrada, canta más por contraste. Para evitar esto hay magos -sobre todo de otras latitudes de públicos más inocentones y menos pícaros que el español- que no se molestan en abrir las manos con claridad aunque estén vacías, sino que directamente las tienen siempre semicerradas y así sirve de naturalidad condicionada para cuando realmente escondan algo. Sus públicos parece que no ven nada sospechoso en ello, sin embargo a mí me rechina eso, así que prefiero la claridad de una constante apertura de manos franca y sincera.

    El primer robo de la bola me parece genial igualmente. Es también totalmente psicológico, porque si se mira bien no es que parezca que está en la mano -como ocurre en los falsos depósitos de tipo óptico- sino que la gente lo deduce por lógica, y sobre todo porque no conciben que se haga todo ese trabajo para luego no ponerla en la mano. Es la misma filosofía que el torniquete, pero con la diferencia de que ese robo es inconcebible, mientras que en el torniquete y en otros falsos depósitos se da el secreto mágico más mundialmente famoso y conocido por la gente, el de "se la ha quedado en la otra mano". Así que este robo me parece muy potente.

    Ahora viene el pasecillo este de que la bola está en la parte superior del puño (con la mano cerrada sobre el cubilete invertido) y la bola se esconde de repente en el puño.... No se enseña la mano vacía ni nada, sino que como la bola aparece bajo el cubilete, se espera que la gente deduzca que es la misma bola y que ha desaparecido de la mano, cuando esta no se enseña vacía y queda semicerrada en el instante inmediatamente posterior.

    Pues a mí no me gusta nada. Lo hacía Dai Vernon, vale, pero no me gusta. Aunque en la rutina de Vernon hay una mayor cobertura que aquí debido al Timing natural de ser varias secuencias seguidas con el mismo pase: una, otra, otra... además de la obnubilación que produce la charla torrentosa de Vernon, cuando aquí es un número mudo y no tenemos esa arma.

    Así que no me gusta el pase. Se podría sustituir por alguna ocultación, a una mano también, en que la bola quede más disimulada y los dedos abiertos por lo menos. Me parece muy inteligente la posición en que se coloca el cubilete sobre la mano, y eso cubre un poco más que si la mano se tuviera todo el rato semicerrada, pero llega tarde, creo que la gente ha podido sospechar ya de esa mano semicerrada en cuyo interior se ha metido la bola. Y lo que es peor: que a raíz de esto deduzcan que hay dos bolas, en un "elemental, querido Watson".


    (Continúa)

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  2. Sigue con el viaje de la bola a la mano, con una desaparición en el cubilete gracias a las propiedades del Chop Cup. De nuevo interviene la mano semicerrada todo el tiempo anterior a la aparición, luego no me gusta. Quizá con algún empalme más aéreo y de dedos más abiertos... o el clásico directamente, me gustaría más. Y que la producción fuera pillándo la bola en el aire, no simplemente abriendo la mano y "ahí está" -que suena a "ahí estaba"-.

    La desaparición posterior de la bola de la mano me ha pillado totalmente, porque no se nota nada y uno no se espera que haya "regazo", ya que el mago está de pie. Estas preparaciones fuera de lo natural son muy engañosas, porque la gente espera que el mago sea tramposillo, pero no tan retorcido como para poner cosas raras en la mesa, que suponen demasiada dedicación. Aunque aqúi supongo que no habrá preparación porque el único público es el ojo de la cámara.

    Esto mismo se aplica a la aparición de la bola gigante, que me creo que funcione perfectamente. Es como el pase aquel en que se carga del pliegue del brazo con el antebrazo y que utilizaba Fred Kaps en una rutina de cubilete hecha con un tazón. Nadie concibe que el mago pueda tener una bola ahí, es surrealista.

    Yo hubiera empleado la mano derecha para levantar el cubilete y descubrir la bola gigante, un instantillo después de abrir la mano izquierda vacía, para no tener la mano derecha ahí estática, aunque la sorpresa de la bola gigante desvía bastante la atención. Por otra parte, creo que no hubiera costado nada al final del juego descargar la mano derecha por el mismo procedimiento que antes y terminar con las manos claramente vacías, porque hay quien tras el efecto final no se desmaya y sigue pensando.

    El comienzo del vídeo, cuando todavía no ha emnpezado el juego, con esa música y con las definiciones del diccionario me parece ABSOLUTAMENTE GENIAL. Para mí lo más bonito de todo, sin desmerecer a lo demás. Ese "y algo más..." coincidiendo con el cambio de ritmo de la melodía pone enseguida las pilas y capta la atención. Me lo he puesto más veces que la mismísima rutina, porque es una gozada. En suma, enhorabuena al autor de esta sensacional rutina.

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