Acabamos de recibir una noticia triste ... Yonezo Mikame de Mikame Arte falleció el jueves. El Sr. Mikame fue uno de los mejores artesanos de los mejores efectos bulit-magia del siglo pasado.
La comunidad mágica ha perdido una leyenda. Tenía muchos amigos en la magia, y si tuvieron la suerte de conocerlo, entonces sabía que el hombre amable y realmente lo especial en la industria de la magia era!
Descanse en paz el Sr. Mikame ... Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia del Sr. Mikame es.
Me uno a esa oración por el Sr. Mikame y su familia.
ResponderEliminarMe parece que has elegido la mejor fotografía, Juan. Increíble, es perfecta. El Sr. Mikame mirando su obra, con orgullo, con los brazos cruzados para que sea ella la que hable con su perfección, curiosidad y belleza.
Esa contemplación de la obra bien hecha es la verdadera esencia de la afición a la magia. Cuando estamos orgullosos de un juego nos gusta ensayarlo una y otra vez, no supone un sacrificio, es más, nos cuesta dejar de ensayarlo. Y por mucho que lo presentemos no nos cansamos, porque disfrutamos mientras lo hacemos. El juego nos paga; no dependemos de que el público sea extrovertido y el aplauso sea atronador o que las felicitaciones sean más o menos efusivas. Y lo mismo puede aplicarse a cualquier trabajo: el que no siente la satisfacción por la obra bien hecha, pronto se quema y su trabajo se convierte en una carga pesada para ganarse el pan mientras se mira insistentemente la lentísima aguja del reloj.
Pocas veces nos hacen una fotografía que resuma toda una vida o todo un carácter, pero ésta es una de esas pocas veces. Y en blanco y negro, el lenguaje del sentimiento, cuando el color chillón no nos distrae del mensaje introspectivo. Y encima con un aparato tan pequeñito, haciendo ver que la belleza y el orgullo no reside en lo material sino en lo espiritual, en la carga de amor que tiene nuestra obra, no en lo grande o cara que sea. Y esos brazos cruzados de orgullo, diciendo: ahí queda eso, yo no tengo que hacer ni decir nada, estoy hablando a través de mi caja. Y la composición con la cajita a la izquierda y abajo, como si fuera la mirada del padre que llega desde arriba sobre la cabeza de su hija.
No sé, o necesito que me dé el aire -como dice Rubiales- o es una de las mejores fotografías que he visto relacionadas con la magia.